Educación y cortesía en el croquet

Educación en el croquet

El Reglamento Internacional de Croquet (GC) señala como inaceptables ciertos comportamientos en los partidos de croquet. Cabe destacar por su relevancia la regla 14 (4), que define y penaliza el hecho de que un jugador “…disturbs other players during the match by talking, making noises, standing or moving in front of the striker…”.

Si bien el Reglamento se refiere a comportamientos inaceptables durante toda la duración del partido, son especialmente graves cuando el golpeador se encuentra en posición de tiro. Por tanto, cuando el jugador vaya a golpear la bola está terminantemente prohibido:

1. Hablar

2. Hacer cualquier tipo de ruido

3. Situarse enfrente del jugador que golpea la bola

4. Moverse enfrente del jugador que golpea la bola

5. Molestar al jugador en turno de cualquier forma

La penalización aplicable en estos casos, cuando ocurren estas infracciones, también se determina con claridad en el Reglamento. Es la siguiente:

Primera vez: amonestación verbal.

Segunda vez: pérdida del turno.

Tercera y última: pérdida del partido.

Es práctica habitual de cortesía y buena educación salir del campo al finalizar el turno de juego (es fácil hacerlo  cuando se está jugando cerca de los cuatro aros exteriores; además, así, se reduce el riesgo de cometer alguna falta). En cualquier caso, siempre hay que situarse DETRÁS y a considerable distancia del siguiente jugador en turno. Una vez golpeada la bola, el golpeador ha de apartarse sin demora y mirar su posición en el campo (sobre todo en el caso de que se celebren partidos simultáneos, el denominado double banking), tanto para no estorbar como para agilizar el juego (“El que tira, se retira”).

Cortesía en el croquet

1. El espíritu del juego

El croquet es un deporte que normalmente se juega sin que haya un árbitro en el campo, aunque éste puede estar “a llamada” de los jugadores si es necesario. Por ello, es un deporte que exige que, en todos los casos, exista una elegante y correcta capacidad para autorregularse y ceñirse a las normas y al reglamento. Esta perfecta adecuación al campo y al juego, como característica que reside en el propio jugador y que es algo que debe definirle en todo momento, se basa en la responabilidad y honor personal, que se presupone en todos los casos, para saber cumplir las reglas y mostrar el máximo respeto a los demás jugadores, al campo de juego y al público, actuando siempre con la máxima cortesía y deportividad. Éste es el verdadero espíritu del croquet.

2. La seguridad

Cuando se da un golpe o se hace un ensayo de práctica previo al golpe hay que asegurarse de que nadie se halla situado en una posición en la que pueda resultar lesionado por la bola, el mazo o cualquier otro objeto que salga despedido. No debe jugarse si no se está seguro de que los otros jugadores del propio partido o de otro partido simultáneo (double banking) están fuera del alcance del golpe que va a darse y de la bola que va a moverse. Si una bola va a enviarse hacia una zona del campo en la que hay peligro de golpear a alguien, siempre ha de darse antes el aviso correspondiente.

3. El respeto a los otros jugadores

En ningún caso debe molestarse ni distraer a un jugador que va a jugar o está inmerso en una jugada. Ha de tenerse siempre y en todo momento la máxima consideración con los otros jugadores que están en el campo. No es aceptable perturbar su jugada moviéndose, hablando o haciendo ruidos molestos e innecesarios. Nadie debe colocarse cerca o directamente detrás del jugador que está a punto de jugar o que va a golpear una bola. Hay que evitar el situarse en la línea de tiro del jugador en turno. Tampoco deben hacerse marcas o señales en el campo que puedan beneficiarle o perjudicarle.

4. El ritmo del juego

Todos los jugadores tienen la obligación, por el interés general, de jugar a un ritmo aceptable, sin perder el tiempo innecesariamente y, mucho menos aún, de manera voluntaria, sobre todo cuando el partido está limitado por el tiempo. Debe consumirse el turno sin demoras indebidas y de acuerdo con las normas de buena práctica establecidas para el deporte del croquet. El tiempo máximo para dar un golpe está regulado y, aunque rara vez se cronometra, debe recordarse este hecho para no perjudicar al contrario. Ese tiempo empieza a contar cuando el jugador anterior acaba de terminar su turno justo en el momento  en el que golpea su bola.

5. El cuidado del campo

Los jugadores deben arreglar cuidadosamente los desperfectos que hayan podido ocasionarse eb el campo con ocasión de un golpe mal dado y esta reparación ha de hacerse antes de continuar con la jugada. Es norma de obligado cumplimiento el tener especial cuidado en no dañar el campo cuando se hacen swings de práctica antes del golpe, incluso cuando no se está en turno.

6. La penalización por las infracciones

El Comité de Competición, el árbitro del torneo o el director deportivo (manager) del campeonato podrán sancionar al jugador que haga caso omiso de estas reglas y normas de comportamiento y cortesía. Esta sanción se justifica por la necesidad de proteger el campo, el juego y los intereses de los demás jugadores, sin olvidar el respeto debido al público asistente. En definitiva, por no atender las normas de comportamiento, cortesía, educación y etiqueta que son obligadas en todo buen deportista y que siempre han de regir en el croquet.

 

Federación Española de Croquet, 2015