Ayer falleció, a los 98 años de edad, Justo Ojeda, Socio de Honor de la FEC y uno de los pioneros del croquet en España.
Justo fue un empresario conservero gijonés, padre de siete hijos (entre ellos, Juan Ojeda, campeón de España en varias ocasiones) y un gran amante, impulsor, practicante y jugador de croquet, deporte del que disfrutó hasta sus últimos días en su querido Gijón, donde residía, y en cuya casa se encuentra uno de los campos de croquet más bonitos de nuestro país.
Dotado de una enorme calidad y depurada técnica, ni si quiera el paso de los años pudo evitar que siguiera siendo un jugador competitivo en todos aquellos campeonatos en los que participaba. Justo, socio de nuestra federación número 46, fue campeón de España en varias ocasiones y en ambas modalidades. Si bien en su juventud empezó jugando al croquet de "campana" en el jardín de su casa junto a otros emblemáticos jugadores como Casemiro Velasco -padre del croquet en España-, Cote Ayesta, Alfonso Bertrand, Leopoldo Sanjuán o Julián Ayesta; Justo supo adaptarse, allá por principios de los 90 a la llegada del croquet AC y, más tarde, a la del GC, obteniendo en ambas modalidades importantes victorias a nivel nacional.
En 2008, se convirtió, junto a su gran amigo Cote, en la primera pareja campeona de España de croquet GC. Además, en 2009 fue campeón de España de dobles AC, también junto a Cote y, en 2013, repetiría título junto a Lucas Azcona, otro de los grandes jugadores españoles que se inició en el campo de su casa. En 2011, ya en el Real Club de Golf de Vista Hermosa y con 87 años de edad, estuvo cerca de conseguir su segundo título de campeón de España de dobles GC junto con su nieto Andrés de Diego, pero en la final no pudieron superar a la pareja formada por Emilio Marín y Mercedes O´Neale. Su último título llegó en 2017, con 92 años y jugando de pareja precisamente junto a su hijo Juan, cuando lograron hacerse con el título de dobles de la Real Sociedad de Golf de Neguri. En una reciente entrevista a Juan, comentaba que de todos los títulos que ha ganado en su carrera, éste conseguido junto a su padre era el que más especial para él.
Los numerosos títulos conseguidos, además de su gran pasión y afán por difundir el croquet en España, llevaron a la Junta Directiva a otorgarle el reconocimiento de -Socio de Honor de la Federación-.
Desde aquí, le enviamos un fuerte abrazo a su mujer Elvira y a sus familiares y amigos. Si duda una gran pérdida para el croquet español.
Descanse en paz, Justo.